Mahón y sus alrededores,
curiosidades e historias
Nuestra ciudad – una breve introducción a nuestra historia Siglo XVIII – dominación británica y francesa, Es Castell – nacimiento de una ciudad inglesa Sant Antoni y la parte norte Venecia una historia única Cala Teulera, también llamada “Cobarde”
Esta es una breve historia de nuestro puerto, su historia y algunos lugares únicos que merece la pena conocer un poco mejor. Hay miles de leyendas y cuentos populares que relatan las mil y una aventuras que han ocurrido en nuestra ciudad. Aquí comparto humildemente algunas de ellas con ustedes.
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Nuestro puerto es la primera parte de nuestro recorrido, y en sí mismo, es un espectacular comienzo y final de nuestro viaje. Algunos de ustedes seguramente habrán llegado a la isla en barco, pero para los que no hayan tenido esa suerte, nuestro viaje les ofrecerá una visita perfecta a la misma, y esta guía les proporcionará alguna información interesante.
Nuestra salida está prevista en la zona denominada Cala Figuera, hoy un gran aparcamiento con un muelle para excursiones náuticas, y hasta hace unos años lugar de depósitos de combustible y antiguamente ubicación de una antigua fábrica.
La fábrica Vergara en el País Vasco y posiblemente “La Industrial Mahonesa” a partir de 1856, se encargaban de producir y teñir un tipo de tejido de algodón muy resistente procedente de China llamado Nanking, los barcos ingleses transbordaban los cargamentos tras pasar la cuarentena exigida en la época en nuestro puerto y de ahí su nombre, el color utilizado sería el “índigo” y debido al tipo de tejido se podía utilizar para envolver los cargamentos enviados a otras colonias británicas, una de ellas EEUU, cuenta la leyenda que de este resistente y barato tejido azul, se confeccionaban prendas, pantalones de trabajo concretamente “Jeans”.
La Granja Dorada, hoy conocida como Sant Antoni, los navegantes seguramente habrán notado que a ambos lados del puerto hay dos hermosas casas pintadas de rojo, con un diseño muy similar y un estilo colonial inglés bastante evidente, pues no es casualidad y también tiene su historia.
Cuenta la leyenda que durante el dominio británico, el famoso Lord Nelson residió en la isla, su lugar de residencia era la mansión “Golden Farm”, en la parte norte del puerto, según la leyenda el almirante Nelson coincidió en la isla con su amante Lady Hamilton, parece ser que ella residía en la casa del segundo almirante de la armada el almirante Collingwood, se encuentra en el acantilado con acceso por carretera a la salida de Mahón en dirección a Es Castell, mansión hoy conocida como “Hostal el Almirante”, en recuerdo del segundo almirante de Lord Nelson y según la leyenda lo visitó cruzando el puerto en una pequeña embarcación evitando ser descubierto, no sabemos si es cierto pero es posible.
Otra construcción curiosa es un pequeño cementerio junto al mar, el cementerio inglés como se le conoce aquí, se encuentra en la zona llamada Binikim, poco antes de la urbanización Cala Llonga en la salida norte del puerto, realmente allí yacen algo más que ingleses, la verdad es que son una minoría, detrás de un muro blanco al pie del mar se encuentran los restos de los desgraciados pacientes del hospital de la Isla Sangrienta o Isla del Rey.
Durante años, a principios del siglo XIX, escuadras navales de diferentes países, entre ellos ingleses, holandeses y estadounidenses, solían tener aquí su puerto de refugio. Evidentemente, sufrían pérdidas durante sus travesías y necesitaban un lugar no católico donde proporcionar descanso protestante a sus marineros.
Entre los presentes había muchos de origen americano, entre los ilustres estaba el propio ayuda de cámara de Nelson, Edward Gayner, y otro ilustre fue Karl Von Bunsen, de la marina alemana, que visitó la isla a bordo del crucero Kaiser.
Muy cerca, en la misma orilla, se encuentra el cementerio francés, donde fueron enterrados los fallecidos a consecuencia de la conquista de Argelia. Este cementerio fue abandonado años después y sus moradores reubicados, pero aún hoy pueden verse algunos vestigios de sus muros.
Otro caso curioso fue el de las víctimas del escorbuto a bordo de la marina rusa a finales del siglo XVIII. En este caso, se creó una cueva en la zona de Cala Figuera que antes mencionábamos e incluso se construyó un hospital en la zona de La Mola, hoy desaparecido. Entre los fallecidos se encontraba el propio almirante príncipe Andrea Spiridof, que aún hoy está presente en la iglesia que los griegos fundaron en Mahón, hoy conocida como Iglesia de la Concepción.
Leyendas del Castillo de Sant Felipe y Es Castell, saliendo del puerto por su lado sur las ruinas del magnífico castillo construido por los británicos con su famoso gobernador Richard Kane a la cabeza, muchas leyendas e historias sobre el mismo, desde la tumba perdida del propio gobernador, historias de batallas con la muerte heroica de Philip Stanhope, capitán del barco Milford y muchas otras.
Una a destacar es la de una soldado, tras un largo periodo de dominio británico fue conquistada por los franceses durante un periodo de siete años, los británicos la recuperaron, y en 1782 la alianza franco-española decidió recuperar la isla.
Durante la batalla y el largo asedio al castillo de Sant Felipe, un soldado del regimiento suizo cae gravemente herido en una pierna, su nombre es Charles Garain, natural de Vaud, es trasladado rápidamente al hospital pero durante todo el tiempo se niega a ser desvestido, dada su actitud no pueden realizarle la amputación necesaria y muere.
Cuando fueron a preparar sus restos, descubrieron que en realidad era una mujer de 24 años. Tras el descubrimiento, las monjas la vistieron con un hábito carmelita. No sé si, dado su valor, no habría sido mejor vestirla de soldado. Al fin y al cabo, fue el destino que eligió, y ocultar su condición le causó la muerte. Durante días despertó la admiración de la población por su valentía, convirtiéndose en una leyenda.
Por último, recomendamos visitar el museo militar de Es Castell, situado en su patio de armas y rodeado de edificios rojos, entre ellos su actual Ayuntamiento. En el museo se puede aprender más sobre la isla y su puerto, ver fotos de una isla que fue dinamitada el siglo pasado y descubrir su historia, armas antiguas, maquetas, incluida una que hice durante mi época militar, y descubrir muchos más detalles fascinantes sobre el siglo XVIII y sus fortalezas. Nuestro puerto siempre ha sido el centro de nuestra historia y un motivo de orgullo para nuestros residentes.
Castillo de San Felipe
Saliendo del puerto por la ladera sur, junto a la bocana encontramos las ruinas del antiguo castillo de San Felipe, construido por los ingleses en el siglo XVIII. Se trataba de una fortaleza al estilo de las construidas en la época. Una vez terminado, los franceses desembarcaron en la isla y la conquistaron fácilmente ya que el flanco estaba desprotegido, con acceso desde Cala Sant Esteve, donde posteriormente se construyó el “Fort Marbrough”. Aún se mantiene en pie y se recomienda su visita.
Años más tarde, los ingleses recuperaron el castillo y la isla, pero no duró mucho; los franceses lo reconquistaron con la ayuda de los españoles en una cruenta batalla con un asedio que duró meses y una dura batalla final llena de leyendas.
Después de tanto sufrimiento para recuperar el castillo, decidieron destruirlo para no tener que volver a conquistarlo, una solución absurda que sirvió para construir con sus piedras el hospital de leprosos y obligó a la reina Isabel años más tarde a construir la fortaleza de La Mola, en la que invirtió tanto dinero y tiempo que incluso se vio obligada a venir a la isla para comprobar cómo se gastaba el dinero.
El puerto, además de ser uno de los más bellos de nuestro mar y también el segundo puerto natural más grande del mundo después del famoso Pearl Harbor, tiene cientos de rincones con historia, uno de ellos es la Isla del Rey, conocida por ser el lugar donde desembarcó el rey Alfonso III de Aragón, reconquistando la isla para la cristiandad.
Antes de su llegada, la isla era conocida por los lugareños como la Isla de los Conejos, podemos imaginar de dónde vino el nombre original. Además, justo al lado, había un islote llamado Isla de las Ratas. Afortunadamente, ese islote fue volado en la década de 1950, y su historia fue bastante sombría.
En el siglo XVIII, el islote fue elegido por los ingleses para construir un hospital militar, y desde entonces se llama “Bloody Island”. También es bastante obvio que el hospital permaneció activo durante mucho tiempo. Incluso mi madre fue tratada allí de niña. Para muchos, sigue siendo la Isla de los Hospitales.
Hoy, afortunadamente, tras quedar prácticamente destruida por el abandono, ha recuperado su antiguo esplendor gracias a una organización sin ánimo de lucro. Además de otras actividades, ahora alberga la galería de arte Houser & Wirth. Le recomendamos una visita.
Para terminar una anécdota curiosa, en la orilla norte del puerto hay una zona conocida como “Venecia”, es una pequeña playa urbana junto a Cala Partío, cuenta la leyenda que un pescador local construyó una casita en unas rocas al borde de esa cala con la zona posteriormente llamada con tan original nombre, el pescador presumía delante de todos sus amigos de tener la casa más cercana al mar que existía en la ciudad, pero al parecer eso motivó la imaginación de otro pescador.
En pocos meses, en unas rocas bastante alejadas de la costa, construyeron una casita con una pasarela que conducía a ella desde la playa. Desde entonces, la casa y la playa cercana se conocen como Venecia.
También se dice que durante unos años esta casa fue alquilada durante algunos veranos a la familia de Richard Branson, de esa época y de su amistad con Mike Oldfield, viene la relación de ambos con la isla, de hecho, en un viaje de ambos por la costa norte visitaron Cala Pregonda, Oldfild quedó fascinado por la imagen de los islotes de ese lugar y utilizó esa imagen como portada de uno de sus famosos discos.
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