Punta Prima, Alcaufar y Cala Rafalet

Fortaleza de la Mola – Paseo por el Canal de Isabel II y Cala Taulera Cala Alcaufar – Vista de la imponente torre y del pueblo pesquero Isla el Aire – Playa de Punta Prima, faro y hermosos fondos arenosos

Se trata de un viaje corto con salida desde Mahón. No es posible salir desde el puerto de Addaya porque está demasiado lejos, y para jornadas de ocho horas es poco práctico, a menos que se navegue casi todo el tiempo.

En Mahón, tendremos tiempo para visitar algunos de los rincones del puerto y explorar la ciudad, la base naval, para después partir a admirar Cala’s Fons y las ruinas del antiguo Castillo de Sant Felipe.

Una vez fuera de la entrada del puerto, podemos visitar Cala Sant Esteban, justo al principio de nuestra ruta, y desde allí dirigirnos hacia el sur hasta las cuevas cercanas a la playa de Cala Rafalet y la urbanización de S’Algar.

Pronto llegaremos a la Cala de Alcaufar, que en mi caso personal podría decir que fue mi casa de veraneo en la infancia y donde mi familia siempre ha tenido una residencia. Visitaremos la majestuosa torre situada sobre una gran cueva, y si las condiciones del mar y el poco espacio disponible lo permiten, nos daremos nuestro primer baño.

Continuando hacia el sur, llegaremos a la Isla del Aire y al canal que la separa de la urbanización de Punta Prima. Es un lugar espectacular por el color de sus aguas y el mejor sitio para pasar el día tomando el sol.

Si el tiempo lo permite, puede intentar navegar un poco más hasta las playas de Biniancolla y Binibeca. Ir más lejos es posible, pero aumentará el consumo de combustible.

Salida de Mahón

  • Datos: costa sur
  • Distancia: 10 km
  • Navegación: 30 minutos a motor

Saliendo del puerto por la ladera sur, junto a la bocana encontramos las ruinas del antiguo castillo de San Felipe, construido por los ingleses en el siglo XVIII. Se trataba de una fortaleza al estilo de las construidas en la época. Una vez terminado, los franceses desembarcaron en la isla y la conquistaron fácilmente ya que el flanco estaba desprotegido, con acceso desde Cala Sant Esteve, donde posteriormente se construyó el “Fort Marbrough”. Aún se mantiene en pie y se recomienda su visita.
Años más tarde, los ingleses recuperaron el castillo y la isla, pero no duró mucho; los franceses lo reconquistaron con la ayuda de los españoles en una cruenta batalla con un asedio que duró meses y una dura batalla final llena de leyendas.
Después de tanto sufrimiento para recuperar el castillo, decidieron destruirlo para no tener que volver a conquistarlo, una solución absurda que sirvió para construir con sus piedras el hospital de leprosos y obligó a la reina Isabel años más tarde a construir la fortaleza de La Mola, en la que invirtió tanto dinero y tiempo que incluso se vio obligada a venir a la isla para comprobar cómo se gastaba el dinero.

La Granja Dorada, hoy conocida como Sant Antoni, los navegantes seguramente habrán notado que a ambos lados del puerto hay dos hermosas casas pintadas de rojo, con un diseño muy similar y un estilo colonial inglés bastante evidente, pues no es casualidad y también tiene su historia.
Cuenta la leyenda que durante el dominio británico, el famoso Lord Nelson residió en la isla, su lugar de residencia era la mansión “Golden Farm”, en la parte norte del puerto, según la leyenda el almirante Nelson coincidió en la isla con su amante Lady Hamilton, parece ser que ella residía en la casa del segundo almirante de la armada el almirante Collingwood, se encuentra en el acantilado con acceso por carretera a la salida de Mahón en dirección a Es Castell, mansión hoy conocida como “Hostal el Almirante”, en recuerdo del segundo almirante de Lord Nelson y según la leyenda lo visitó cruzando el puerto en una pequeña embarcación evitando ser descubierto, no sabemos si es cierto pero es posible.

En el corazón de la reserva marina de la costa sur que abarca todo el litoral desde S’Algar hasta Biniparraitx incluyendo la Isla del Aire, llegamos al canal entre esta isla y la costa, un lugar magnífico con fondos arenosos y aguas cristalinas, desde este canal podemos llegar fácilmente a la playa de Punta Prima o a la isla donde residen miles de lagartos negros, cuyo número es tan grande que literalmente nos impide ver el suelo.
Dicen que esta especie protegida con su color característico sólo se encuentra en esta isla. Según la creencia popular, si llevamos a uno de ellos a la costa del otro lado del canal, pierde su color característico, tornándose de un verde oscuro, y muere. Por lo tanto, recomendamos no llevarse ninguna y vigilar los bolsos, bolsillos y demás objetos por si acaso.